Hábitat y Distribución
Las distintas clases de lobo se distribuyen en gran parte del mundo y ocupan varias clases de ecosistemas. Soportan desde climas desérticos hasta climas helados. Gracias a sus características externas se adaptan perfectamente a las temperaturas contrastantes de su hábitat.
El lobo gris tiene una extensa distribución a través del hemisferio norte. Ha reducido considerablemente a raíz de la caza y otros actos llevados a cabo por el hombre, pero aún así se conserva un importante número de población que en algunas ciudades se mantiene bajo protección.
El hábitat de esta especie con su variedad de subespecies, está conformado por bosques caducifolios, tundras, praderas, taigas, matorrales, terrenos montañosos o paisajes áridos donde las temperaturas son muy calurosas.
Hoy en día el lobo mexicano se observa muy poco en su hábitat natural y la mayoría de los sobrevivientes residen en cautiverio.
El lobo gris (Canis lupus) abarca un amplio rango territorial que va desde América del Norte, pasando por Groenlandia, Canadá y Estados Unidos de América, donde Alaska mantiene la mayor concentración. Esto también incluye al lobo Ártico (Canis lupus arctos), subespecie del lobo gris que presenta un elevado número de población en el archipiélago Ártico canadiense. Del otro lado del mundo van desde Europa hasta la mayor parte de Asia.
Años atrás, el lobo gris abarcaba mucho más territorio, que iba desde Groenlandia hasta el centro de México, donde el lobo mexicano (Canis lupus baileyi), otra subespecie de Canis lupus, era el máximo representante. Hoy en día el lobo mexicano se observa muy poco en su hábitat natural y la mayoría de los existentes residen en cautiverio. En Europa occidental quedan solo unos cuantos representantes de lobos y en la mayor parte de la India se han extinto. Todo esto representa una baja de alrededor de un tercio de su población total.
Una especie que se considera casi desconocida por la cultura popular es el lobo etíope (Canis simensis) quien radica en seis o siete cadenas montañosas del continente africano y conserva una población sumamente baja. Es el único residente de África y uno de los cánidos más amenazados del mundo.
El lobo rojo (Canis lupus rufus) se distribuye en el sureste de los Estados Unidos de América, ocupando parte de Misisipi, Carolina del Sur, Florida, Georgia, Texas y otras ciudades cercanas a esa zona. Esta especie habita en zonas pantanosas, boscosas, así como también en matorrales y humedales. Años atrás su distribución alcanzaba zonas más lejanas; sin embargo, la extinción de dos de sus subespecies los redujo a unos cuantos.
El lobo del Himalaya (Canis himalayensis) abarca Azad Cachemira, un estado administrado por Pakistán, así como Jammu y Cachemira e Himachal Pradesh en la India y al este de Nepal. Su distribución está alarmantemente reducida a tan solo 350 individuos.
Solo quedan 350 individuos del lobo del Himalaya.
Canis lupus chanco, mejor conocido como lobo tibetano, vive en el Tíbet, Mongolia, Hazrat-i Turkestan y al norte de China. Por mucho tiempo se pensó que era parte del lobo del Himalaya, pero estudios de ADN demostraron que son filogenéticamente distintos.
Mongolia, Jordania, Líbano, Turquía, Grecia, Eslovenia, Croacia, Polonia, Finlandia, Portugal, Italia, Canadá, Estados Unidos, son solo algunas naciones habitadas por los lobos. Cada una mantiene un número distinto de habitantes. Algunos se mantienen en cautiverio, otros sobreviven de manera desprotegida en su hábitat natural y otros se encuentran libres y bajo protección. Esto depende de las leyes de cada país.
La distribución de los lobos cambia de manera abrupta año con año. Muchos factores son los que participan para que la población mundial se encuentre en peligro, pero las principales son la caza y la invasión de su ecosistema para la construcción de espacios ocupados por los seres humanos, homínidos que cada día invaden más los paisajes naturales de la tierra.