Los lobos tienen una estructura social bien establecida. Las impresionantes cacerías que realizan en grupos solo pueden obtenerse mediante una jerarquización y comunicación efectiva.
Las manadas se componen de una pareja alfa quienes son los que dominan al resto del grupo conformado por sus descendientes de diferentes edades. Se sabe que otros lobos que no están relacionados familiarmente pueden unirse a la manada. La jerarquía social se decreta y se mantiene desde temprana edad a través de comportamientos agresivos y sumisiones.
Un macho alfa come antes que los demás y junto con la hembra alfa, producen la gran mayoría de los cachorros en el grupo.
Los machos alfa son los que comen primero de un animal capturado y después otros se unen para alimentarse. Ellos producen la gran mayoría de los cachorros en el grupo. El comportamiento que tienen con sus víctimas es agresivo y firme, mostrando valor y seguridad en sus movimientos.
Los grupos están conformados generalmente por ocho miembros familiarmente relacionados, donde cada uno ocupa un lugar en la escala de jerarquía y conoce claramente su posición y función. Sorpresivamente se han registrado agrupaciones de 36 lobos o más. En 2011una población de Siberia entró en pánico cuando los medios informativos anunciaron que una enorme congregación de 400 lobos se habían unido para cazar caballos y ciervos domésticos. Como medida para evitar ataques a seres humanos, comenzaron con la caza de gran número de ellos, argumentando que era indispensable para mantener el control, pero los grupos ambientalistas protestaron al respecto, afirmando que tal hecho fue una consecuencia de los actos del hombre.
La hembra alfa es la que mantiene el control sobre otras hembras y la que cumple con la función de procreadora dentro de la manada junto con el macho alfa. Cuando nacen camadas de lobeznos, todas tienen la responsabilidad de ayudar a la madre a protegerlos y darles alimento.
El contacto visual del macho alfa hacia sus otros miembros hace que tengan reacciones de sumisión y obediencia. Por lo general, el líder muestra su superioridad física a través de enfrentamientos a modo de juego o peleando con otros machos. Con ello, el resto del grupo mantiene un respeto hacia él.
Los lobos omega se encuentran en el ranking más bajo de la escala social y se mantienen sumisos a los integrantes de otros niveles.
Los machos beta y hembras beta son parejas de lobos muy fuertes y con gran comportamiento de dominio, lo cual es importante en el caso de que algún miembro alfa muera, ya que pueden reemplazar el lugar. Son elementos fundamentales para el éxito en la caza y ocupan un lugar más alto que los miembros subordinados y omega, quienes se encuentran en el ranking más bajo de la escala social.
Los lobos omega se mantienen sumisos a los integrantes de otros niveles y se les da una baja prioridad en la repartición de alimentos. Para que un omega pueda ascender, necesita demostrar más fuerza y dominio sobre un miembro subordinado. Estos últimos no precisamente son miembros de la familia, pero mantienen ciertos privilegios que los colocan entre los beta y los omega.
Cuando los descendientes cumplen dos o tres años de edad, eligen separarse del grupo para buscar una nueva manada o bien, comenzar una nueva. El tamaño de las agrupaciones depende del territorio disponible. En las zonas más septentrionales de Rusia, Canadá y Alaska se pueden mirar manadas con más integrantes que en los estados ubicados más hacia el sur.