¿Quién no conoce el clásico aullido de los lobos? ¿Por qué lo hacen? Los lobos son animales muy comunicativos que no solo son capaces de entenderse mediante los sonidos, sino también por medio de otros sentidos.
Utilizan una gran variedad de maneras para comunicarse. Emplean los famosos aullidos, así como gruñidos, ladridos, chillidos, entre otras vocalizaciones. De igual manera realizan mucho contacto visual y su estado de ánimo puede notarse a través de su lenguaje corporal. Las expresiones faciales, los movimientos del cuerpo y la postura son importantes indicadores de su disposición y conducta.
Cuando se sienten amenazados por otros lobos o depredadores, muestran los dientes, emiten gruñidos y se colocan en posición de ataque con la cola horizontal. Un signo de sumisión se da al momento que bajan su cuerpo y cola; la posición de las orejas también es indicador de alerta, miedo o algún tipo de ansiedad.
Al igual que los perros, los lobos tienen una afición por orinar los árboles que encuentran en su camino.
Los que han tenido o tienen a un perro como mascota, conocen su afición por orinar los árboles que encuentran en su camino. Lo mismo sucede en los lobos; ellos dejan rastros de orina y heces fecales en los árboles o rocas donde otros lobos lo han realizado. Realmente no se sabe el total significado de esos “mensajes” olfativos que dejan en el camino, pero tales actos están relacionados con su nivel de territorialidad.
Aullidos
El aullido es el sonido más utilizado por los lobos para mantener contacto con los miembros de su manada a kilómetros de distancia. Los grupos no se mantienen unidos todo el tiempo, sino que se dispersan en áreas a la redonda y a través de sus vocalizaciones logran reunirse en un mismo punto para ir de cacería. Los llamados se escuchan a 130 km2.
Un dato muy curioso relacionado a este sonido, es que los integrantes pertenecientes al estatus omega son “castigados” en algunos grupos por unirse al coro aullador y reciben agresiones por parte de los miembros con más jerarquía.
Los científicos señalan que los aullidos son empleados para reunir a la manada, para identificarse y reafirmar los lazos sociales entre ellos, sin embargo, algunos señalan que tienen un significado más profundo que aún falta por descifrar.
Con los aullidos indican su ubicación, su poder y el tamaño de la manada.
Lo que sí es un hecho es que los aullidos crean barreras acústicas que sirven de advertencia para que otros lobos se mantengan alejados. Con eso indican su ubicación, su fuerza y el tamaño de la manada. Ningún lobo aúlla igual a otro, es por ello que se puede identificar cuántos miembros forman parte de la agrupación.
¿Cómo logran diferenciar entre un lobo de la manada y un enemigo?
Desde que son crías, comienzan a identificar a los que son parte de su grupo por medio del olor; pero cuando comienzan sus primeros viajes con la manada, el entorno se vuelve más inseguro para ellos y deben aprender a diferenciar la seguridad y el peligro. El llamado lejano de una agrupación extraña podría despistarlos y hacer que tomen la deicsión de ir hacia la dirección equivocada con lobos desconocidos.
Es por ello que a partir de los seis meses de edad ya son capaces de reconocer aullidos de compañeros y familiares y descartar vocalizaciones enemigas.
Encuentros entre manadas
Cuando dos manadas de lobos se encuentran, la cantidad de integrantes que conforma cada uno decide el resultado. Las congregaciones más grandes muestran dominio mediante miradas retadoras, gruñidos y aullidos para llamar la atención en sí mismos e intimidar.
De igual manera emplean técnicas corporales para exagerar su tamaño y provocar rendición. Esto se logra cuando se colocan en dos patas durante breves segundos y ensanchan el pelaje de su cuello. Cuando tu perro muestra los dientes y gruñe, ¿no te causa miedo? Ahora imaginemos a una gran manada de lobos haciendo esto mientras te tienen en la mira.