Si tienes a un perro como mascota, probablemente sabrás algunos detalles sobre el ciclo reproductivo de los lobos; el cortejo entre macho y hembra, así como la forma de aparearse y el número de crías por camada, es similar entre estos dos cánidos.
Los lobos son especies monógamas. El macho alfa y la hembra alfa se mantienen en unión toda la vida; solo son sustituidos si alguno de los dos muere.
El sentido del olfato juega un papel importante en la etapa reproductiva de los lobos. Las feromonas sueltas en la orina de la hembra y el hinchamiento de la vulva, dan señales a los machos de que ella se encuentra en celo.
El macho alfa y la hembra alfa se mantienen en unión toda la vida; solo son sustituidos si alguno de los dos muere.
Todos los recién nacidos carecen de dientes y los ojos los mantienen cerrados durante los primeros días. El pelaje es mucho más oscuro que el de los padres, pero conforme crecen, este se va aclarando hasta quedar en un tono gris con combinaciones de blanco y negro, o bien, totalmente blanco o totalmente negro de acuerdo a la especie. Si se trata de un lobo etíope o un lobo rojo, el pelo se torna rojizo en algunas partes del cuerpo. Los pequeños pesan de 300 a 500 g y su capacidad visual se activa en poco menos de dos semanas. A las tres semanas abandonan la guarida donde la madre los protegió y comienzan a conocer lo que será su entorno.
Las jerarquías sociales se establecen a temprana edad. Leves peleas se suscitan a los 21 días de nacidos, pero dentro de un par de semanas más, los enfrentamientos son reales y con ello comienzan a definirse los miembros beta y omega.
Las hembras son capaces de tener una camada año con año. El intervalo de gestación que existe entre las especies de lobo casi es la misma, difiriendo levemente; esto incluye entre 62 y 75 días de formación y en la mayoría de las ocasiones los cachorros llegan durante la estación primaveral o veraniega.
Todos los miembros de la manada tienen la responsabilidad de proteger a los nuevos integrantes. Esto ayuda a los pequeños inexpertos a ir aprendiendo el lenguaje visual, táctil, auditivo y olfativo que los acompañará por el resto de sus vidas. Antes del año de edad ya son capaces de reconocer los aullidos que son parte de su manada y diferenciarlos de otros grupos de lobos desconocidos.
Se ha observado que lobos en cautiverio se reproducen a una edad mucho más temprana, incluso antes de llegar al año de vida. En cambio, en el ambiente salvaje esto se presenta a los dos o tres años. Su expectativa de vida es de 13 a 15 años.
Lobo Etíope (Canis simensis)
La mayoría de los apareamientos ocurren entre agosto y noviembre y las cópulas duran aproximadamente unos 3 o 5 días. Finalmente nacen de dos a seis crías tras un período de gestación de 60 días. La madurez sexual la alcanzan a la edad de dos años.
Lobo rojo (Canis lupus rufus)
Los apareamientos abarcan los meses entre enero y marzo. El lapso de gestación cubre de 60 a 63 días y las camadas varían entre tres y seis crías, pero se han registrado casos sorprendentes con llegadas de 12 cachorros.
Lobo Tibetano (Canis lupus chanco)
En esta subespecie los apareamientos tienen comienzo en enero y culminan en el mes de abril. El período de gestación dura de 60 a 63 días y el número de cachorros es de cinco o seis.
Antes del año de edad, los cachorros ya son capaces de reconocer los aullidos que son parte de su manada.
Lobos Casanova
Dentro de la población de lobos que radican en una región, existen unos cuantos que sobresalen de los demás. Ellos son los llamados “lobos casanova”.
¿Quiénes son? Cuando los machos jóvenes de una camada crecen y se vuelven independientes, tienen la opción de quedarse o abandonar el grupo para pertenecer a otro o formar uno propio. Si eligen irse, que es lo más común, recorren largas distancias de manera solitaria.
En esos viajes, se encuentran con hembras de otras manadas que muchas veces están en celo pero que no pueden reproducirse debido a su rango social y a que el único macho disponible para aparearse es el padre, situación que los lobos evitan. Comúnmente estas hembras son las hijas directas de las parejas alfa, por lo que ellas conviven con los lobos “casanova” que no tienen ninguna relación sanguínea que pueda causar desórdenes en la genética. Una vez que copulan, el lobo tiene la alternativa de seguir buscando otros grupos a los que pueda unirse.
En cada recorrido repiten los vínculos con las hijas de las parejas reproductoras y al final, tienen como resultado decenas de cachorros distribuidos en un área enorme.